ROI del IIoT: la mirada de la dirección ejecutiva para el éxito de la iniciativa

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Lo confirman B&R, Ibermática Industrial, Pervasive Technologies, Rockwell Automation, Schneider Electric y Sothis: implementar IIoT no es un camino económico, sencillo o rápido. Sin embargo sus resultados hacen que el esfuerzo valga la pena.

ROI del IIoT: la mirada de la dirección ejecutiva para el éxito de la iniciativa

Artículo publicado originalmente en InfoPLC++ Magazine #22

La ejecución de un proyecto de IoT en la industria es mucho más que el despliegue de tecnologías. Por ello, recogemos las opiniones de seis empresas proveedoras de soluciones y servicios para el Internet de las Cosas –B&R, Ibermática Industrial, Pervasive Technologies, Rockwell Automation, Schneider Electric y Sothis– desde un punto de vista del negocio para descubrir qué esfuerzo financiero conlleva este tipo de iniciativas, en qué tipo de procesos y entornos se hacen más evidentes sus beneficios, cómo es su ROI y cuándo es realmente patente para el negocio y cuáles son las principales barreras para su ejecución.

Según datos de Oxford Economics, el Internet Industrial de las Cosas (IIoT) puede impactar en industrias que representan 62% del PIB en los países del G20. De hecho, se calcula que actualmente hay más de 30.000 millones de dispositivos conectados a la red que interactúan sin intervención humana.

Sin duda, la primera decisión de relevancia en relación a esta tecnología tiene que ver con el ámbito financiero. ¿Qué esfuerzo económico implica para una firma entrar en IIoT? Antes de hacer una aproximación al cálculo puro y duro, Josep Lloret, technology consultant en Rockwell Automation, pide poner el foco en que IoT es un medio para conseguir un objetivo: “es equivalente a pensar que el objetivo es construir una carretera, cuando el objetivo real es permitir conectar pueblos, ciudades, países… Si la pregunta fuese ¿qué se debe contemplar en el presupuesto para una carretera?, las primeras preguntas quizá serían: de dónde a dónde, qué tipo de vehículos la van a usar, qué cantidad de tráfico tiene que absorber… En definitiva, qué queremos conseguir con esa obra, tener claro cuáles son los principales objetivos”.

Una aproximación a la inversión para el IIoT

La magnitud que puede llegar a tener un proyecto IIoT en el ámbito industrial –“que tienden a intentar conectar e integrar todas las áreas de la compañía, una labor gigantesca” tal y como matiza. Miguel Sepúlveda, Process and Factory Automation expert de B&R Industrial Automation Ibérica– hace complejo determinar a ciencia cierta la inversión real que conllevan estas iniciativas. Como recuerdan desde B&R, "implica una inversión en dispositivos (sensores, equipos), métodos de conectividad (infraestructura OT, comunicaciones a sistemas existentes), infraestructuras IT, almacenamiento de datos, plataformas de analítica, seguridad, aplicativo...”.

Para tener una ideal real de inversión y retornos, el experto recomienda realizar una Proof of Concept (PoC): con un proyecto piloto una inversión reducida permite definir mejor qué requerimientos serán implementados y cuáles serán considerados superfluos para el cálculo del coste. Y además de ayudar a entender la composición y acotar los costes de implementación, permite ver un ROI asociado que luego es posible extrapolar a una implementación mayor. “El IoT requiere no solo incluir los costes iniciales y los cálculos de ahorros, sino también las nuevas oportunidades de la solución conectada”, explica Sepúlveda.

Recogiendo esa idea de un cálculo escalable, Nora Etxezarreta, consultora de Ibermática Industrial comenta que “depende en gran medida de la envergadura del proyecto” y que sin duda hay que tener en cuenta los costes de la instrumentación. A ello, habrá que sumarle, la adaptación del brown floor al entorno IIoT: “lo normal es que la infraestructura actual del cliente no esté lo suficientemente dimensionada para la cantidad de información que se genera, así como la frecuencia de transmisión que un proyecto de IIoT requiere”. Está de acuerdo con esta reflexión Raúl Carretero, Comercial Digital Industry Software Specialist IIoT de Sothis quien destaca que la realidad es que “muchas veces utilizamos el IIoT como un elemento mas dentro de un proyecto en marcha y tiene que convivir con sensórica tradicional” y pocas veces se inicia un proyecto desde cero.

B&R localiza los KPIs de las iniciativas IIoT en tres áreas: eficiencia del sistema (por ejemplo, tiempo de acceso a los datos; trazabilidad del dato...); eficiencia operativa proceso (downtime average; tiempo de gestión de alarmas del proceso por parte del operador...) y eficiencia económica (payback de la inversión, beneficio esperado vs. beneficio obtenido...).

Por ello, para valorar cómo será esa inversión, lo que propone Rockwell Automation es partir de lo que ya existe, y sobre eso, construir lo que falta. “Si ya se dispone de un PLC, ya tenemos conexión con los sensores y actuadores, partimos de una base importante que la vamos a aprovechar”, detalla Lloret.

"Hay una partida importante que se destina al dimensionamiento de los servidores, así como a los elementos de hardware en la parte de sistemas”, detalla Nora Etxezarreta. Ha de tenerse en cuenta, además, donde se alojará la información –on premise o en la nube–; las licencias de los software que intervendrán y su mantenimiento y actualización, los servicios destinados a la configuración e integración y los costes derivados de securizar el entorno IIoT. A estos ítems, Rodolfo Lomascolo, co-fundador y CEO de Pervasive Technologies, añade los costes derivados de la conexión con los sistemas de gestión de la compañía.

Otro coste no menos relevante, mencionado por Miguel Sepúlveda y por Fernando Sánchez, arquitecto de soluciones de Schneider Electric Iberia es el que tiene que ver con las personas: “el plan de despliegue en concreto debe definir los alcances de cada una de las fases que se traducirán en unos costes de hardware y software, pero también en costes de personal para su diseño e implementación”.

La compleja tarea de identificar el ROI del IIoT

Tal y como confirman los expertos consultados, el proyecto IIoT, a diferencia de otras iniciativas tecnológicas, donde una intervención entrega unos resultados claramente reconocibles, el Retorno de la Inversión (ROI) del IIoT es difuso, por lo que parte clave del proceso es el correct establecimiento de los KPIs implicados.

“Los KPIs que permiten medir el impacto del proyecto dependen en gran medida del problema que se quiere solventar o mejorar”, recuerdan desde Ibermática Industrial, aclarando que dependen de cada compañía pero que suelen localizarse en tres ámbitos: “aquellos que implican un ahorro de costes, aquellos que permiten aumentar la capacidad productiva y aquellos destinados a generar nuevos modelos de negocio”. Desde Pervasive Technologies añaden “la mejora de la seguridad o de la calidad”.

B&R localiza los KPIs en las tres áreas mencionadas anteriormente: eficiencia del sistema (por ejemplo, tiempo de acceso a los datos; trazabilidad del dato...); eficiencia operativa proceso (downtime average; tiempo de gestión de alarmas del proceso por parte del operador...) y eficiencia económica (payback de la inversión, beneficio esperado vs. beneficio obtenido...).

Uno de los errores más comunes es no tener un objetivo claro, medible y real por el que empezar, según Rockwell Automation. “Está bien tener una visión global de lo que queremos conseguir, pero hay que concretar”. Otro error es ir solos: “no es un proyecto que venga de mantenimiento, ni tampoco IT, calidad, ingeniería, logística, finanzas, ni recursos humanos… Es un proyecto que involucra muchos". departamentos

Para Schneider Electric, localizar el ROI testá estrechamente ligado con la naturaleza del proyecto IoT: si su objetivo es la optimización y la eficiencia de los procesos, o bien, si se ha planteado como una iniciativa para impulsar un cambio de modelo de negocio. En el primer caso, los KPIs tienen que ver con cuestiones que permiten medir la eficiencia de las operaciones (producción, logística, mantenimiento, etc.). En el segundo, “deberemos basarnos en hipótesis basadas en distintas variables, con la incertidumbre que esto conlleva” ya que se hace difícil identificar KPIs en un modelo de negocio que aún no ha sido ejecutado.

En la visión de Rockwell Automation respecto al ROI está sobre todo la escalabilidad. “Tenemos que empezar por proyectos asequibles y reales, donde podamos sacar un ROI rápido, como por ejemplo reducir el consumo eléctrico un 5%, aumentar la producción en un 1.5%, … para poder ir expandiendo la iniciativa IoT a otros niveles”.

Para Sothis, lo KPIs no dependen del proyecto, “no son específicos sino son genéricos para la empresa” y se relacionan con el mercado (proliferación de productos, complejidad de los procesos, lotes más pequeños, cambios en la planificación, inventario de productos terminados...) y con la producción (incremento de la productividad, utilización de activos, visibilidad en tiempo real, calidad integrada...).

Todos los expertos consultados mencionan también que es clave identificar el ROI intangible que aportará el proyecto. “Desde el punto de vista financiero, hay que tener en cuenta que un proyecto IoT no es fácilmente defendible. Por el contrario, a nivel de desarrollo de negocio y operativo, los proyectos exitosos de IoT permiten abrir nuevos mercados y hacer crecer a la compañía en entornos que anteriormente no serían alcanzables. Eso hace pensar en que no existe un ROI intangible para empezar un proyecto de este tipo si no que hay que abrir todas las posibilidades del mercado”, reflexiona Miguel Sepúlveda de B&R.

En este escenario, es necesario considerar ese ROI intangible basándose en el binomio riesgo vs. rentabilidad, puntualizan desde Schneider Electric: “aquí, las empresas deben decidir qué camino escogen”. El experto destaca el papel de las pruebas de concepto como mecanismo para mitigar el efecto del alto riesgo “ya que nos permiten actuar con un alcance acotado validando así el caso de uso de negocio”.

Haciendo una aproximación en relación al tiempo requerido para obtener los primeros beneficios, una cuestión clave para sumar el apoyo de áreas claves de la firma como son los consejos, la misma dirección general o el departamento financiero, desde B&R identifican que los proyectos IIoT “tienen una temporalidad para ver el ROI óptimo de medio a largo plazo por sus implicaciones” (formar al equipo, cambiar procedimientos, adquisición de nuevas tecnologías...).

En Ibermática Industrial tienen experiencias reales de un ROI a corto, medio y largo plazo: “hemos visto que a través de la implantación de un sistema de mantenimiento integrado con la sensórica de las máquinas, el cliente ha conseguido amortizar la inversión en cuatro o cinco meses. Asimismo, tenemos ejemplos donde el ROI de la inversión en el ámbito de la trazabilidad unitaria es inmediato por la disminución de las multas del cliente. Y en otros casos, la implementación de un entorno IoT conectado con un sistema MES nos lleva a ROIs de dos a tres años”.

Schneider Electric detalla que es imprescindible un cambio cultural de la compañía para “enfocarse hacia una cultura del dato”. A partir de la apuesta por el IIoT todas las decisiones corporativas se han de basar en el análisis de la información disponible, y no sólo para el departamento IT u OT, sino para todas las áreas de la firma.

En el caso del corto plazo, para Pervasive Technologies la clave está en abordar los proyectos “con metodologías agiles, mediante iteraciones y mejoras por fases incrementales”.

“Para quienes nunca han trabajado con proyectos de IoT lo que interesa es que sea lo más corto posible, hablamos de semanas. Este es el mejor indicador de que se empieza con los pies en el suelo” reflexionan desde Rockwell Automation. “Hemos visto muchas empresas que se han enquistado en proyectos faraónicos que no han llevado a ninguna parte. Nuestra visión es ir construyendo peldaño a peldaño”.

Para Schneider Electric, en cambio, no hay un tiempo óptimo: “podemos encontrarnos casos de uso muy acotados en una línea de planta que nos permitiría ver retornos en semanas. Pero también podemos ver casos en los que la ambición es el cambio de modelo de negocio, con la transformación como motor del cambio, y aquí los resultado se verán en meses o incluso años”. En Sothis, un período de 1,5 a tres años es una franja óptima para ver un ROI nítido.

La cultura de una compañía IIoT friendly

Si consideramos que todo proyecto tecnológico tiene tres niveles de eficiencia –del sistema, operativa del proceso y económica–, para B&R es evidente que no es factible llegar a una mejor eficiencia económica sin pasar por mejorar la eficiencia de los procesos. “Lo que debe mejorar en las organizaciones es la forma en la que se interactúa”, señala Miguel Sepúlveda.

En la consolidación de la colaboración de la organización se centra Nora Etxezarreta de Ibermática Industrial:Es muy importante que este tipo de proyectos sean impulsados por la capa de dirección, que sean una oportunidad de aunar capacidades y de fomentar unas relaciones de trabajo más colaborativas”. Menciona como imprescindible el “vender” correctamente el proyecto a nivel interno: “es clave que la organización entienda que es algo que va a permitir “ser mejores el día de mañana” y que no son el preámbulo al reemplazo de las personas, si no que están aquí para empoderarlas”.

Rodolfo Lomascolo de Pervasive Technologies incide en esta idea, que un proyecto IIoT es mucho más que un proyecto de tecnología “debe abordarse como un proyecto de cambio organizativo u operacional”. Para Josep Lloret de Rockwell Automation un proyecto IIoT “es tan radical que uno se debe preguntar si está dispuesto a cambiar lo que haga falta, es una evolución de la empresa”. En opinión de Lloret, se trata de una decisión estratégica donde cada compañía ha de evaluar hasta donde está dispuesta evolucionar y cómo.

Fernando Sánchez de Schneider Electric habla de un cambio cultural de la compañía para “enfocarse hacia una cultura del dato”. A partir de la apuesta por el IIoT todas las decisiones corporativas se han de basar en el análisis de la información disponible, y no sólo para el departamento IT u OT, sino para todas las áreas de la firma. “La compañía debe hacer el esfuerzo de crear procesos, herramientas, y fomentar la formación y las habilidades necesarias en los equipos para contribuir a esta cultura del dato”, añade. Raúl Carretero de Sothis coincide con esta opinión: “áreas como la analítica de datos, visualización y mejora de Procesos son de mucha ayuda en este tipo de proyectos. Muchas veces depende de esto el éxito de proyectos en IIoT”.

A nivel práctico, Nora Etxezarreta de Ibermática Industrial recomienda que durante el despliegue exista un Gestor de Proyectos con amplio bagaje industrial y que conozca la compañía de cara a traccionar la iniciativa entre los diferentes equipos implicados. Asimismo, en lo que a habilidades respecta, menciona que el departamento de sistemas IT ha de tener suficiente conocimiento de la capa de OT, tanto para dimensionar capacidades de la gestión de datos como para la segmentación de la red cibersegura.

Las barreras que lastran un proyecto IIoT

Diversos son los motivos por los que un proyecto IIoT. Estos son algunos de los principales asuntos que impiden consguir todas las ventajas de un proyecto de Internet de las Cosas.

B&R. Los errores más habituales se encuentran en la mala definición de los objetivos –entonces de los indicadores–; comunicación deficiente del proyecto a líderes y equipos; documento de requerimientos inicial inexistente por los departamentos implicados –operaciones, mantenimiento, etc.– y falta de mentalidad proactiva en este tipo de proyectos.

Ibermática Industrial. Uno de los escenarios más habituales que suponen el desperdicio de la inversión es el embarcarse en una iniciativa de este tipo sin un objetivo/caso de uso concreto. También es un error guardar muchos datos si no se tiene claro para qué –“muchas veces, el coste que implica tener todos esa información no se compensa con la utilización que se hace de la misma”– o extraer datos para dejarlos en silos aislados y no integrarlos en los sistemas MES. Otros de los errores relevantes es no securizar como se debe la arquitectura IIoT.

Pervasive Technologies. El error común es la sensorización sin sentido de negocio, pensando en ROIs que no están justificados por el negocio.

Rockwell Automation. Uno de los errores más comunes es no tener un objetivo claro, medible y real por el que empezar. “Está bien tener una visión global de lo que queremos conseguir, pero hay que concretar”. Otro error es ir solos: “no es un proyecto que venga de mantenimiento, ni tampoco IT, calidad, ingeniería, logística, finanzas, ni recursos humanos… Es un proyecto que involucra muchos departamentos –seguramente no todos al principio– por lo que se necesita un líder transversal de esta iniciativa dependiendo directamente de dirección".

Schneider Electric. La razón principal por la cual un proyecto IoT fracasa tiene el origen en la fase de especificación/creación de la idea. Muchas veces se empieza por el final, definiendo tecnologías, luego se buscan las personas para implementarlas buscando obtener una captura de valor. En cambio, debería ser al revés: definir la visión que especifique un caso de uso de negocio concreto.

Sothis. Principalmente en no involucrar a la Dirección de la empresa, Estrategia o a Negocio, son áreas que tienen que estar en este tipo de proyectos. En muchas ocasiones nos centramos en solucionar problemas de captación de datos, pero nos dejamos toda la parte de estrategia, analítica y aportar valor a la empresa con esos datos.

Algunos ROIs concretos identificados por Sothis en proyectos IIoT: "en supervisión del estado de activos (temperatura, vibración y presión...) obtendríamos un 25% de aumento en la producción, un 20% o más, de mejora en los resultados del fabricante y un 10% en la eficacia global del equipo. En mantenimiento predictivo, se obtiene un 30% reducción de los costes generales de mantenimiento y un 70% de reducción en los fallos en los activos. En gestión de la energía permitirá identificar dónde se pierde el 37% de la energía que llega a las plantas.

Los nuevos modelos de negocio que trae el IIoT

Pero más allá del ROI específico que pueda aportar el proyecto, para los seis expertos consultados el verdadero valor del Internet de las Cosas radica en los nuevos modelos de negocio que es capaz de impulsar. Un ejemplo claro son los OEMs, apunta Miguel Spúlveda de B&R. Además de comunicar la máquina con toda la línea o con el centro de producción, se puede ofrecer un sistema de mantenimiento remoto para la máquina sin importar donde esta esté: “en un entorno VUCA –Volatility, Uncertainty, Complexity and Ambiguity– un OEM tiene que ofrecer la posibilidad de una fabricación adaptativa y flexible de forma rápida, sencilla y segura”.

En esa misma línea se pronuncian desde Ibermática Industrial, Pervasive Technologies, Schneider Electric y Sothis. La servitización es la gran oportunidad que entrega el IIoT, un concepto que, tal y como detalla Nora Etxezarreta, agrupa los modelos de negocio que rompen con el modelo tradicional de venta de productos. “Nos estamos encontrando fabricantes que han transformado su negocio pasando hacia modelos de pago por uso o pago por unidad producida apoyándose fuertemente en la transformación digital”, explica Fernando Sánchez.

Un ejemplo de uno de los clientes de Ibermática Industrial: un grupo de lavanderías industriales, que antes realizaba su facturación por kilo de ropa lavada, hoy ha evolucionado su modelo hacia el servicio, y utilizando inlays de RFID en las prendas alquilan el uso de las toallas, sábanas a sus clientes de hoteles y hospitales. A este modelo, en la industria, se suma la oportunidad del soporte técnico y customer service. “El ejemplo típico es el de los motores de avión Rolls Royce”, explica Rodolfo Lomascolo de Pervasive Technologies, “que estando sensorizados, pueden predecir problemas y necesidades de mantenimiento, incluso producir las piezas necesarias y hacerlas llegar a sus clientes antes de que el propio cliente detecte que las necesitará”.

El cambio no es baladí, tal y como apuntan desde Sothis. “Hemos convertido maquinas analógicas en digitales, máquinas capaces de obtener información en tiempo real, donde se puede realizar seguimiento del uso pudiendo promocionar el buen uso o penalizar el mal uso en los alquileres”.

Para Rockwell Automation el concepto clave es MaaS (Machine as a Service). “Este modelo de negocio innovador permite a los fabricantes proporcionar maquinarias por suscripción a sus clientes, lo cual resulta en una oferta más competitiva tanto bajo el punto de vista económico como de exhaustividad del paquete de servicios que las acompañen”, detalla Josep Lloret.

Schneider Electric apunta otro ámbito tan relevante como la servitización: “El IoT nos está permitiendo acercar esa demanda de customización al proceso industrial que unido a una fuerte automatización hace posible pasar de una fabricación en serie a una fabricación totalmente personalizada”.

Un consejo para un proyecto IIoT de éxito

En el caso de Sothis, mencionan uno: que estén involucrada todas las áreas de la empresa –Estrategia, Direccion, Ventas, Producción– “Es esencial esta colaboración”. Desde B&R entregan dos: no puede existir un proyecto IoT sin pasar por la aprobación de los ejecutivos de la compañía –“son ellos los que van a determinar el alcance de los proyectos”– y es imprescindible la glocalización. “Se debe motivar a usar desarrollos y procesos ágiles para optimizar los recursos y poder corregir a la vez que se avanza”.

“Lo primero, que esté claramente alineado con su estrategia de negocio y que el proyecto se venda internamente. Asimismo, consideramos que hay que empezar por pilotos que permitan validar las hipótesis y los objetivos establecidos de cara a escalar hacia proyectos con un mayor impacto en el modelo de negocio”, reflexionan desde Ibermática Industrial, añadiendo que el tener una figura multidisciplinar dentro de la compañía, que sea capaz de traccionar el proyecto y de ser el interlocutor principal entre los distintos actores, es tan importante como contar con el partner correcto para realizarlo.

Para Pervasive Technologies, “hay que pensar en las necesidades o en lo que puede cambiar el negocio gracias al IoT. Este no es más que un mecanismo para solucionar problemas o responder a los requerimientos".
Lloret de Rockwell Automation recuerda de la mano de Darwin como la pandemia nos ha puesto frente al espejo: “la Covid-19 ha ayudado a muchos ejecutivos a confirmar la necesidad de tener un entorno cuanto más digital mejor. Diría que esta frase de Charles Darwin es más actual que nunca: ‘las especies que sobreviven no son las más fuertes, ni las más rápidas, ni las más inteligentes; sino aquellas que se adaptan mejor al cambio’”. En su opinión, la Covid-19 marcará un antes y un después en las iniciativas IIoT “no como un fin en sí misma, sino como una herramienta imprescindible para mejorar nuestro negocio”.

“Bajo nuestro punto de vista estos procesos de Transformación Digital que se apalancan en el IOT y en muchas otras tecnologías tienen más opciones de éxito cuando se crea un ecosistema con las capacidades necesarias” detallan desde Schneider Electric. “Además, es necesario que el ecosistema mantenga el pulso a la innovación actuando y adaptándose con velocidad y esto no puede hacerlo una sola empresa. Por lo tanto, es vital elegir bien los partners con los que iniciar esta andadura”.

Eficiencia vs. inversión: estos proyectos IIoT son los más rentables

Ibermática. Pese a que reconocen que depende del tipo de fabricación y sector, mencionan algunos ejemplos: para empresas de mecanizado con maquinaría cara, los aspectos de mantenimiento cobran especial relevancia para poder garantizar la alta disponibilidad de las máquinas y reducir las intervenciones de mantenimiento. En firmas de alimentación, la gestión de la calidad es sumamente importante no sólo por las normativas que lo regulan, sino también por los efectos perniciosos que pueden tener los problemas de calidad en los clientes finales que somos nosotros.

Rockwell Automation. Los proyectos relacionados con la optimización del uso de los equipos de campo: la monitorización en tiempo real del estado de los activos y su mantenimiento predictivo o prescriptivo son proyectos capaces de reducir los costes de mantenimiento de un 10-40%, disminuir los costes de inventario de un 1-3% y reducir las paradas inesperadas de un 15-30%.

Sothis. Para supervisión del estado de activos (temperatura, vibración y presión...). Obtendríamos un 25% de aumento en la producción, un 20% o más, de mejora en los resultados del fabricante y un 10% en la eficacia global del equipo. En mantenimiento predictivo, se obtiene un 30% reducción de los costes generales de mantenimiento y un 70% de reducción en los fallos en los activos. En gestión de la energía permitirá identificar dónde se pierde el 37% de la energía que llega a las plantas.

Han participado en este reportaje

Miguel Sepúlveda, Process and Factory Automation expert de B&R Industrial Automation Ibérica
Nora Etxezarreta, consultora de Ibermática IndustriaI
Rodolfo Lomascolo, co-fundador y CEO de Pervasive Technologies
Josep Lloret, Technology Consultant en Rockwell Automation
Fernando Sánchez, arquitecto de soluciones de Schneider Electric Iberia.
Raúl Carretero, Comercial Digital Industry Software Specialist IIoT de Sothis

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