“La electricidad resulta el mejor vector para la descarbonización”

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En el marco de Advanced Factories, Olga García, vicepresidenta de industrial automation de Schneider Electric, ha expuesto la visión de la organización en torno a la aproximación que ha de hacer la industria de manufacturing hacia la Electricidad 4.0.

“La electricidad resulta el mejor vector para la descarbonización”

Para contextualizar su discurso, Olga García, vicepresidenta de industrial automation de Schneider Electric hace referencia a la crisis sufrida en Europa por la subida de precios de la energía. “En 2021 padecimos un incremento significativo de los costes de la energía por un aumento de la demanda, y también debido a problemas con el suministro que ocasionaron conflictos geopolíticos”. García afirma que, en 2022, esos problemas geopolíticos causaron un impulso extra sobre esos precios, fundamentalmente del gas y del petróleo, logrando disparar de manera dramática los precios de la energía. A esta situación, Olga García señala que se ha sumado la crisis climática ya que, según indica, “el cambio climático no es más que una crisis de energía, y el 80 por ciento de las emisiones de carbono se generan mientras producimos o consumimos esa energía”.

Los objetivos europeos son muy ambiciosos en este sentido, según la vicepresidenta industrial automation de Schneider Electric, afirmando que Europa se ha propuesto alcanzar el umbral “cero neto” en emisiones de carbono para 2050, si bien señala que tenemos un objetivo intermedio que pasa por reducir a la mitad las emisiones de carbono que tenemos actualmente para el año 2030.

Para la directiva, en el contexto industrial esos altos precios de la energía están poniendo el foco en la eficiencia energética. “A día de hoy, las inversiones en electrificación o en integración de energías renovables han acelerado sus amortizaciones de manera exponencial, lo cual ha beneficiado a las empresas más avanzadas que consiguen eficiencias a corto plazo, y una ventaja competitiva a largo plazo, al mismo tempo en el que avanza en su camino hacia el cero neto y resulta necesario pasar a la acción”. De manera que, Garcia señala que es necesario buscar un nuevo modelo en el que esas empresas industriales sean capaces de retener la eficiencia y el negocio, al mismo tiempo que se convierten en más sostenibles y resilientes.

Además de ello, Garcia constata que, “como grandes consumidores de energía, las empresas industriales deberán ahorrar 17 billones de metros cúbicos de importaciones de gas. En cuanto a los objetivos europeos, los esfuerzos para reducir la demanda de energía en la industria podrían ahorrar hasta 170 terawatios al año. La industria de manufacturing absorbe el 54% de la energía total que se consume en España y, algunos segmentos industriales, han registrado un repunte del coste de la producción de 50% en el último año”.

En España, la industria manufacturera representa la principal consumidora de energía, absorbiendo el 54% del total

Con un volumen de 600.000 millones de euros, García afirma que España es el cuatro país por volumen de facturación a nivel europeo, detrás de países como Alemania, Francia o Italia. “Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística ponen de manifiesto que esta industria supone el 15,3 por ciento del PIB español y da empleo a dos millones de personas”. La industria manufacturera, en concreto, representa la principal consumidora de energía, según la directiva, absorbiendo el 54% del total que se consume en España. A la vista de estos datos, García explica que es posible imaginar el impacto que el aumento de los costes ha tenido en el sector de la fabricación. Hay segmentos en los que los costes de producción se han incrementado en un 50% a lo largo del último año, según la directiva, lo cual es dramático para muchas compañías industriales. Asimismo, señala que la industria española ha llegado a solicitar al gobierno un decálogo de supervivencia y, como respuesta, en septiembre de 2022 el gobierno recuperó las ayudas mediante la factura de la luz.

“La visión de Schneider Electric es construir una industria que sea sostenible, eficiente y resiliente, y que sea capaz de adaptarse a los problemas que puedan surgir en la cadena de suministro, en los cambios en la demanda, a las nuevas tecnologías y a las nuevas normativas”.  No obstante, Olga García señala que, pese a las presiones geopolíticas y ambientales, “en Schneider Electric creemos que es posible alcanzar niveles de sostenibilidad, eficiencia y resiliencia hasta cotas que nunca hemos visto. La clave está en la implementación, y en el establecimiento de un nuevo paradigma que haga uso de la electricidad 4.0 de las nuevas tecnologías”.

Y añade: “Como sociedad, todos debemos replantearnos nuestra relación con la energía, por lo que resulta fundamental que la hagamos sostenible y más inteligente. Ello significa que la energía más sostenible es la eléctrica, de manera que vamos a hacer uso de esta energía todo lo que podamos, y más inteligente quiere decir que ha de ser más digital. La convergencia entre lo eléctrico y lo digital es lo que nosotros llamamos Electricidad 4.0. Se ha demostrado que la electricidad es de tres a cinco veces más eficiente que cualquier otro tipo de energía, y resulta el mejor vector para la descarbonización”. Sabemos, además, que en 2040 consumiremos el doble de la electricidad que gastamos a día de hoy en la Unión Europea; pero la buena noticia es que, para esa misma fecha, la generación de electricidad por medios eólicos y solares se multiplicará por seis”.

Para García, en la industria la electrificación de los procesos podría cambiar el paradigma. “En la producción de calor, que es fundamental en la industria, con las tecnologías actuales sería posible electrificar el 78 por ciento de toda esa producción de calor. Al mismo tiempo, sería factible que el combustible que, a día de hoy, utiliza la industria en todos sus procesos fuera sustituida por electricidad, en tanto que el proceso de electrificación industrial podría suponer hasta el 70% del ahorro energético en este segmento económico. Para lograr este objetivo, García señala que hay tecnologías que ya están disponibles como los sistemas de refrigeración eficientes, la mejora de las herramientas de presión, y la sustitución de los elementos hidráulicos y neumáticos por activadores electrónicos. 

“La combinación de tecnologías digitales y de software nos puede aportar hasta un 30% de ahorro de la energía que consume la industria. Y, la buena noticia en este sentido es que las inversiones que requieren estas tecnologías digitales junto con el software tienen periodos de amortización inferiores a dos años”, afirma. Olga García concluye señalando que esta combinación consigue drásticas reducciones de gases de efecto invernadero. Asimismo, en vista de los problemas de las cadenas de suministro energético, la instalación de Micro bits On Side nos puede garantizar ese suministro, y evitar paradas en la producción.

Marga Verdú

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