"En los países donde hay una simbiosis real entre industria y academia es donde se producen los mayores avances"
La presidenta del Congreso Mediterráneo de Ingeniería Química entrega a InfoPLC++ detalles de la próxima edición del encuentro que se celebrará en el marco de Expoquimia y que reunirá a ingenieros de procesos de toda Europa

Tras la celebración virtual en el marco de Unprecedented Virtual Forum de la 14ª edición en 2020, el Congreso Mediterráneo de Ingeniería Química vuelve en 2023 con su formato presencial en elmarco de Expoquimia, que se celebrará del 30 de mayo al 2 de junio en el recinto de Gran Via de Fira de Barcelona. Según su presidenta, El Congreso del 2023 tiene un reto y muchos objetivos: "recuperar la ilusión, el networking, la participación, a la escala que le corresponde, del Congreso Mundial de Ingeniería Química del 2017, a la vez que demostrar que en un congreso de ingeniería química es posible, y así es en otros países, el encuentro a partes casi iguales de la Academia y la Industria. Una simbiosis más que necesaria porque es muy enriquecedora por ambas partes".
¿Nos puede avanzar qué temáticas se abordarán en la edición de 2023?
Por supuesto. Debemos encontrar soluciones sostenibles de manera inmediata a los retos acuciantes de la circularidad, contemplando desde el reciclado, los biomateriales o el dióxido de carbono hasta la fotosíntesis artificial,
la descarbonización, incluyendo la fotocatálisis, la captura-almacenamiento-uso del dióxido de carbono, el hidrógeno o los fueles sintéticos; los nuevos materiales y las materias primas críticas; las superficies funcionales además de la disrupción digital.
Todos ello bajo la mirada de la ingeniería química, es decir, desde las operaciones unitarias y los procesos de separación, la ingeniería de la reacción química, de procesos y productos, sin perder de vista la seguridad, la salud y la protección del medio ambiente. Apostamos por compartir, discutir y difundir las soluciones que la ingeniería química aporta a los retos globales de la sociedad.
¿Qué papel puede jugar la ingeniería química en la resolución de los retos que tiene planteados la sociedad actual como, por ejemplo, la emergencia climática, la transición energética o la alimentación?
Me permito responder con dos ejemplos, comentados con el presidente de la última edición del congreso de 2020, el doctor Moisès Graells. El primero, del siglo pasado cuando Alexander Fleming en 1928 descubrió la penicilina, considerada el primer antibiótico “auténtico”. No cabe duda de que Fleming marcó un antes y un después en la curación de las enfermedades endémicas de la humanidad a las que no se podía hacer frente. Sin embargo, solo después de seis años (de 1939 a 1945) de estudio, ensayo y desarrollo de ingeniería química conjunto de Lederle Laboratories, Merck & Co. Inc., Chas. Pfizer & Co. Inc. (ahora Pfizer Inc.), E.R. Squibb & Sons (ahora Bristol-Myers Squibb Company) y Abbott Laboratories, no se hubiera podido suministrar a toda la población mundial ni ser uno de los hitos más importantes del siglo pasado de la industria farmacéutica.
Nuestra industria cree poco en lo que hacemos en la universidad, nos tachan de lentos y de poco innovadores o de trabajar sólo para hinchar nuestro currículum
El segundo es mucho más reciente y todos lo tenemos en la mente. La vacuna contra el Coronavirus SARS-CoV-2, nuestro Covid-19. Para que un “invento” o desarrollo científico llegue a la humanidad hace falta mucha ingeniería química. Sin la ingeniería, la ciencia continuaría siendo una curiosidad y sólo unos pocos se beneficiarán de sus avances.
El hecho de que el Congreso se celebre en el marco de una feria profesional, ¿es una ventaja o un inconveniente?
Indudablemente, una ventaja. Pero, como todo, hay que saberlo canalizar y encauzar y este es uno de los retos del comité organizador formado, además de por mí en nombre de AIQS, por Jeroni Farnós de AEIC, Lluís Martínez de SEQUI y Carles Navarro de Expoquimia.
¿Cómo acercar a los ingenieros y científicos de nuestros stands a nuestro congreso? Cada uno de ellos debería presentar al menos una comunicación científica. Estoy convencida, al igual que el profesor Ricard García, presidente del Comité Científico, de que es posible.
En este sentido, ¿cree que los avances desarrollados en los centros de investigación llegan a tiempo al mercado a través de las empresas?
Desgraciadamente, no siempre. O quizás debería decir casi nunca o muy pocas veces. Pero me gusta ver el vaso siempre medio lleno, así que me quedo con lo primero.
Nuestra industria cree poco en lo que hacemos en la universidad, nos tachan de lentos y de poco innovadores o de trabajar sólo para hinchar nuestro currículum. Pero desconocen que, para encontrar soluciones realmente interesantes, hace falta ir a la raíz del problema y ello requiere tiempo… y sobre todo tiene una dosis de riesgo que debe calcularse y valorarse para poderla asumir y que no siempre están dispuestos a hacerlo.
En los países donde hay una simbiosis real entre industria y academia es donde se producen los mayores avances y se obtienen los mayores beneficios.
¿Qué cree que se debería hacer para reducir la brecha existente entre el mundo de la investigación y el de la empresa?
Primero, acercarse unos a otros para crear confianza y luego, crear espacios en los que este encuentro suceda. Por ejemplo, el programa de doctorado industrial es una de las mejores herramientas gubernamentales que tenemos a nuestra disposición, pero todavía tiene pocas solicitudes. Otro ejemplo es, por supuesto, Expoquimia y su congreso de Ingeniería Química. Mejor imposible.
Más información
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Nombre
Rosa Nomem -
Cargo
Presidenta -
Empresa
Congreso Mediterráneo de Ingeniería Química