Pilz incrementa más de un 15% su cifra de negocio, mientras se concentra en el desarrollo de estándares abiertos y seguros

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En la conferencia de prensa internacional que organiza anualmente, Pilz celebra su 75 aniversario “en continuo cambio y aceptando todos los desafíos que depare el futuro”, según sus máximos responsables.

Thomas Pilz y Susanne Kunschert, socios administradores de Pilz GmbH & Co. KG Thomas Pilz y Susanne Kunschert, socios administradores de Pilz GmbH & Co. KG

Bajo el lema "Los valores crean futuro”, Thomas Pilz y Susanne Kunschert, socios administradores de Pilz GmbH & Co. KG, celebran los 75 años de vida de la compañía afrontando el futuro con optimismo, plena confianza y abiertos a lo que venga, tal y como demuestra el hecho de que el grupo empresarial tiene la intención de invertir en los próximos tres años 38 millones de euros en sus plantas y tecnologías de producción de todo el mundo.

“El año 2022 ha representado un periodo repleto de desafíos para Pilz, pero también de triunfos. Por primera vez hemos superado los 400 millones de euros de volumen de negocio, lo cual ha representado un logro récord, ya que hemos conseguido sacar el máximo partido en un contexto económico desfavorable. La capacidad de suministro sigue siendo un tema prioritario”, señala Susanne Kunschert. La ejecutiva destaca que, durante el ejercicio de 2022, la organización alcanzó los 403,3 millones de euros, lo que le ha supuesto un crecimiento del 15,8% con respecto al periodo precedente. “Nuestras exportaciones se incrementaron un 1,1% hasta situarse en el 76,3%, y hemos incrementado nuestra presencia de manera destacada en Asia, si bien nuestro principal mercado sigue siendo Alemania”, puntualiza la ejecutiva.

Asimismo, Susanne Kunschert ha precisado que la organización familiar invertirá casi 40 millones de euros en sus plantas de fabricación de la sede central de Ostfildern (Alemania), Betschdorf (Francia), Bad Ragaz (Suiza) y Jintan (China), un capital que Pilz destinará a la ampliación y modernización de la fabricación de SMD, producción de relés e intralogística. El año 2022 supuso también para la empresa de automatización un periodo de incremento de su plantilla. “Empezamos 2023 con 2.399 personas empleadas en nuestras sucursales de 42 países, lo que ha representado un aumento del 2,7 % con respecto al ejercicio anterior”, puntualizaba Kunschert. En cuanto a la marcha del ejercicio de 2023, Susanne Kunschert señala que Pilz ha arrancado bien el ejercicio 2023, y su objetivo es seguir aumentando el volumen de negocio, así como el número de trabajadores a pesar de las todavía difíciles condiciones por las que atraviesa la economía europea en general.

La seguridad en la industria y en la fabricación de máquinas por ley, impulsadas por el auge de la ciberseguridad y la IA

Como firma proveedora de soluciones de automatización seguras, Pilz anuncia, asimismo, que amplía su oferta relacionada con el ámbito de la protección industrial (industrial security). “Cuando abordamos la protección, vislumbramos que la industria en general tendrá que hacer frente a importantes desafíos en los próximos años. De manera que, con el fin de garantizar la productividad, resulta imprescindible proteger las máquinas contra manipulaciones y accesos no autorizados. Las empresas tendrán que estar preparadas también para los cambios en los requisitos legales como el nuevo Reglamento de Máquinas o la NIS2, y es aquí donde apoyamos a nuestros clientes", explica Thomas Pilz.

Para Thomas Pilz, el momento actual está suponiendo un momento de profundos cambios en las normas y leyes de seguridad del sector industrial, en una tendencia provocada por el auge de aspectos relacionados con la protección y la inteligencia artificial. “Tanto en el entorno de la industria en general, como en el de la fabricación de máquinas e instalaciones en particular, existen tres nuevos requerimientos legales relacionados con la protección: la Directiva NIS2 de la UE, el nuevo Reglamento de Máquinas y la Ley de Ciberresiliencia.

Concretamente, la NIS (Network and Information Security) es una directiva de la Unión Europea que está vigente desde 2016 que se ha instaurado para reforzar la ciberseguridad, y que, hasta ahora, se venía aplicando a proveedores de servicios esenciales como la energía, el transporte, la banca, las infraestructuras de los mercados financieros, el sector sanitario, el suministro y la distribución de agua potable, y las infraestructuras digitales. “Los proveedores de estos sectores habrán de tomar medidas de protección adecuadas y notificar los incidentes graves de seguridad”, puntualiza Thomas Pilz, al tiempo que destaca que la nueva directiva, la NIS2, en vigor desde principios de este año, aunque su ordenamiento jurídico no se producirá hasta otoño de 2024, afectará también a los sectores de la fabricación de máquinas y la automoción, y se aplicará a empresas con más de 50 empleados o un volumen anual de negocio superior a 10 millones de euros, lo cual equivale a unas 9.000 empresas de toda Europa.

La ciberseguridad como asignatura obligatoria con el Nuevo Reglamento de Máquinas

“Estas organizaciones tendrán que demostrar que adoptan medidas técnicas, operativas y organizativas para protegerse contra los incidentes de seguridad. Ello tendrá en cuenta el análisis de riesgos de los sistemas en los entornos de producción (OT), y tendrán que  implantar procesos específicos de contraseña y cifrado e impartir formación a los empleados”, argumenta Pilz. El directivo se hace eco de otra novedad que trae consigo la normativa NIS2 que incluye explícitamente a las cadenas de suministro, especificando que las empresas que incumplan la ley se enfrentan a graves sanciones. Por lo que respecta a la ley de ciberresiliencia, el directivo señala que está dirigida a los fabricantes de productos con elementos digitales tanto hardware como software, así como de firmware, y se aplicará a los productos de consumo, a los destinados a fines industriales y a los sistemas de control de máquinas. “Según dicha ley, solo se podrán comercializar productos que garanticen un nivel adecuado de ciberseguridad, en un contexto en el que los fabricantes estarán obligados a informar a los clientes acerca de las deficiencias en ciberseguridad y subsanarlas en el menor tiempo posible. Esto significa que, a partir de ahora, los fabricantes deberán ofrecer actualizaciones de software más allá del periodo de garantía habitual para protegerse de futuras amenazas”, afirma Pilz.

En tercer lugar, la UE publicará próximamente el nuevo Reglamento de Máquinas de la Unión Europea en materia de seguridad. Cuando entre en vigor como ley, obligará a que se disponga de mecanismos de ciberseguridad dado que incluirá la protección de la seguridad como uno de sus objetivos en el apartado "Protection against corruption", y de los "Essential health and safety requirements EHSR" (Requisitos básicos de seguridad y de protección de la salud). Además, dicho reglamento establece que las funciones de seguridad de la máquina no deben verse perjudicadas por falsificaciones involuntarias o intencionadas. “El hecho de que una empresa adopte medidas de seguridad ya no es una cuestión que queda a discreción de la empresa, sino que es una obligación establecida por ley. Ahora, las empresas deberían preocuparse por cumplir la NIS2 lo antes posible y llevar a cabo una evaluación completa de la seguridad de la empresa. Esto incluye, por ejemplo, el establecimiento de un sistema de gestión de la seguridad de la información (SGSI) con certificación ISO 27001”, señala Thomas Pilz.

Estándares de comunicación abiertos y seguros

Con el objetivo de proporcionar sistemas que ofrezcan compatibilidad, facilidad de manejo e integración en todo tipo de arquitecturas de automatización, Thomas Pilz hace alusión a SafetyBUS p, el primer sistema de bus de campo seguro, y a SafetyNET p para mantener la Ethernet segura en tiempo real. “Con estos desarrollos, hemos dado forma al inicio de la comunicación industrial segura, y ahora nos comprometemos con todas nuestras fuerzas a crear estándares para toda la industria”.

Además de ello, el socio administrador de Pilz aduce que la industria se ha puesto de acuerdo en utilizar el protocolo de comunicación OPC UA (Open Platform Communications Unified Architecture) para la conexión en red segura y genérica de instalaciones industriales. Este protocolo de comunicación proporciona una interfaz estandarizada (IEC 62541) para la comunicación entre distintas fuentes de datos en la industria. “En Pilz destacamos por nuestro conocimiento sobre el uso de la tecnología publisher-subscriber (pub/sub) en relación con los requisitos de los protocolos de bus de campo que funcionan con seguridad. Frente al modelo clásico de master/slave, el modelo pub/sub permite intercambiar datos directamente entre los participantes. Esto facilita la utilización de OPC UA incluso para tareas de automatización complejas y en instalaciones distribuidas”.

Thomas Pilz hace mención de los sensores, un terreno en el que la automatización ya ha realizado grandes progresos en términos de flexibilidad, señalando que el protocolo de comunicación IO-Link, que está a punto de salir al mercado, ofrece comunicación punto a punto simplificando la instalación a través de cableado estandarizado, eliminando el cableado en paralelo, y permitiendo realizar una parametrización automática a través de sus herramientas de ayuda y una mayor capacidad de diagnóstico. Para poder utilizar IO-Link en tareas de automatización relativas a la seguridad, la compañía ha trabajado incansablemente dentro de la comunidad IO-Link para incorporar este protocolo, junto con las pruebas y certificaciones asociadas.

Seguridad en tiempo real para personas y máquinas

Para Pilz, la protección de las personas y las máquinas ha de estar garantizada en todo momento dadas las situaciones dinámicas que van implícitas en los futuros entornos de producción que han de permanecer controlados sin perder de vista la seguridad. “Puede que en el futuro confluyan distintas máquinas o activos que compartan dispositivos de seguridad. Esta forma de concebir la seguridad, conocida como “Shared Safety” descarta el clásico marcado CE, ya que la información sobre todos los activos implicados deberá estar disponible en tiempo de ejecución. En el marco del proyecto "Fluide Produktion”, Pilz está dedicada a otros temas de futuro como la identificación de personas y objetos y, por tanto, la diferenciación entre ambos. “Aquí es donde entra en juego el uso de la inteligencia artificial. Los algoritmos de IA pueden aprender a reconocer y evaluar los riesgos. En este sentido, el marcado CE sí constituiría la protección básica, pero pueden introducirse otras medidas para reducir al mínimo los riesgos: flexibilizar aún más la seguridad y aumentar la productividad”, concluye Thomas Pilz.

Marga Verdú

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